Hortensia Paredes

Hortensia Paredes llega a nuestra entrevista con la vitalidad y agilidad de una persona de 50 años, aunque en realidad tiene 70. A esta murciana no le daban garantías de que con una operación tradicional en su rodilla fuera a mejorar su calidad de vida, y pidió una consulta en Orthogenu tras saber que garantizaban una intervención eficaz, una ingreso corto y una rápida recuperación.

HE VENIDO CORRIENDO A LA ENTREVISTA

Hortensia recuerda el antes y el después de su implante de prótesis unicompartimental

¿Cómo se encontraba antes de operarse?

Mi vida era muy limitada, no podía andar, la pierna izquierda no me respondía a consecuencia de una fiebre reumática y de un accidente de coche. No podía ni siquiera hacer la comida. Me atendían en la unidad del dolor, me infiltraban, pero no me resolvían gran cosa.

¿Cuánto tiempo llevaba conviviendo con el dolor?

Muchísimos años, pero últimamente era horrible. Sufría mañana tarde y noche, las 24 horas, siempre tomando antiinflamatorios, hasta que dejé de hacerlo y de ir a la unidad, porque no conseguía nada.

¿Cómo conoció al Dr.?

¡Casualidades del destino! En un hospital leyendo un periódico de salud y reparé en el anuncio del doctor Aragón; fue ver la foto de ese señor y me causó tranquilidad. Todos me decían que tenía la rodilla destrozada y que me operara, pero quedar bien era muy difícil, así que decidí no hacerlo. Al ver el anuncio llamé y acudí a su consulta en el Hospital La Vega.

¿Le gustó la atención recibida por parte del doctor Aragón y su equipo?

Cuando entré no quiso mi resonancia, solo mi rodilla. No sé por qué, pero eso me dio confianza. Me dijo que había que enderezar la pierna. El doctor me ha devuelto la vida; como cirujano es maravilloso y excelente como persona, y también estoy muy agradecida al coordinador Enrique Sánchez.

¿Cómo fue el postoperatorio?

La operación fue rápida y solo estuve en el hospital 24 horas. Tal y como me advirtieron, las primeras semanas fueron molestas, pero es que repararon una rodilla sin menisco y con el cartílago roto. Luego hice rehabilitación 10 días y a caminar.

¿Cómo vivió ese momento?

Mi mayor meta era caminar, era mi ilusión, tenía muchas ganas, y también de subir y bajar del coche sin dolor. Así que imagínate. Ahora he venido corriendo a la entrevista porque se me hacía tarde.

¿Qué ha cambiado en su vida?

Hoy he andado 4 kilómetros, he hecho la compra, las camas, los baños, he fregado los suelos y me sobra día. Soy muy activa y estaba consumida de ver que no podía hacer nada. Ahora tengo ganas de salir. Yo aconsejo a la gente que se opere con este equipo. ¡Ah y casi no se aprecia la cicatriz!